Aguasol, tal como hoy lo conocen nuestros clientes y amigos, tiene su inicio en la búsqueda de petróleo en la región, que llevó al descubrimiento del agua termal y a un cambio de rumbo que marcaría el destino de la empresa. Detrás de ese cambio se encontraba un hombre visionario, un amante de la zona y de las aguas termales: Sofildo Lavecchia.
Así, en el año 1993 comienzan las obras del Hotel, que se inaugura el 27 de setiembre de 1994 con sólo cinco habitaciones y un pequeño espacio donde se recibía a los huéspedes. El entorno frente al río y al lado del parque termal era excepcional: un espacio rodeado de naturaleza con una energía y una paz únicas. Sofildo sabía que el lugar era perfecto, no sólo porque lo visualizaba a futuro sino porque lo vivía a diario disfrutando de los baños termales.
En 1997, gracias a la visión, a la perseverancia y al optimismo, Aguasol contaba ya con veinte habitaciones y una recepción. En 1998 se incorpora definitivamente a la empresa la actual socia-administradora, Flavia Lavecchia, quien había conocido del negocio mientras estudiaba en Montevideo y trabajaba en el hotel durante sus vacaciones en Salto. Ese mismo año se lleva a cabo la construcción de la piscina de agua fría.
En el 2000 se realiza la perforación del nuevo pozo termal y el hotel pasó a contar con agua termal en todas las instalaciones, tanto en las piscinas como en las habitaciones. A eso le siguieron más reformas: una nueva recepción y lobby, más habitaciones, una nueva zona de piscinas y cerramiento, una sala de juegos, un desayunador con vista panorámica al río Daymán, un nuevo espacio de barbacoa y lavadero. Todo lo que constituye lo que hoy es Aguasol. Pero nada de eso se realizó sin perder de vista la importancia del cuidado del recurso natural del agua termal y procurando la armonía con el medio ambiente que nos rodea.
A la vez fue creciendo el compromiso del hotel con la calidad de sus servicios y con sus clientes, a través de un grupo humano que pasó a ser una familia que hoy recibe cálidamente a todos los visitantes. De ese grupo se destaca Enrique Rodríguez, quien acompaña a la empresa desde sus inicios, realizando un recorrido que lo llevó a convertirse en uno de sus pilares fundamentales.
Al mismo tiempo que las instalaciones y el personal del hotel, también fue creciendo la mirada de la empresa hasta hacerse global. Se pasó de pensar únicamente en las Termas y de apostar a Salto como destino, hasta el compromiso actual con el Destino Termas, destacándolo en la oferta turística del país y apostando fuertemente al concepto de turismo todo el año asociado a la región.
Por todo esto y más, hoy recordamos nuestra historia pensando en todas las historias que la conforman. Celebramos el cumpleaños de Aguasol agradeciendo a todo su personal, clientes y amigos, y deseando de corazón que Sofildo, donde sea que se encuentre, esté disfrutando del agua termal.